martes, 28 de diciembre de 2010
La Noche avanza despacio
Aldo Luis Novelli
La voz de Gal Costa susurra
palabras incomprensibles y nostálgicas
desde el fondo de la pieza,
hay una ligera somnolencia en el aire
un atisbo epifánico parece rodearme sigilosamente.
Calma, una dulce calma discurre por mi cuerpo,
siento el tórax llenándose y vaciándose lentamente
y me invade un infrecuente silencio interior,
las voces de los infiernos se han acallado.
Es el momento esperado de la creación
de la palabra sosegada abriéndose paso
desde algún lugar desconocido,
es la noche que se da vuelta
y avanza despacio hacia mí.
(de La noche del hastío)
Imágenes oxidadas, palabras enterradas, sonidos lejanos, partículas de desierto, lluvia y viento: en este enlace
La sed infinita: Click Aquí
Agonistas del fin del mundo en este enlace
Foto Aldo Luis Novelli
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Destinos
Viviana Cecilia Atencio
Pueden sentir el sonido de las llamas
el estremecimiento de las paredes
la respiración de cientos de animales
el polvillo subido a la atmósfera
el humo decorando la habitación
impaciencia frente a la tv
la canilla goteando en el lavadero
el calor de la boca en la boquilla de una pipa
los golpes de los palillos en los altavoces del comedor
el motor del refrigerador
algunos pasos alrededor de una silla
la mente en el momento de la muerte
Mentes que traspasan el universo
para estallar en algún cruce
en la certeza de la carne o de su muerte
en un puzzle de sueños
la experiencia y la hipótesis
de la teoría del absurdo
pequeños deseosos mortales
la búsqueda y la huída
de los sentidos en un cuerpo
las protege
Un cuerpo vacío de otro cuerpo
manos de un crepúsculo
como piernas atadas a un abismo
ladrones de minutos los sentidos
abrasando de raíces un infierno
que los hace nacer
Un huracán frente a la mente
destrozando el difuso portal
que se arrodilla ante las pesadillas
Publicado originalmente aquí
Blog de Viviana en este enlace
Otros blogs de Viviana
Aeri aquae
Cuaderno de Calópila
*
domingo, 5 de diciembre de 2010
Violencia en el parque
Claudia Isabel Lonfat
y así convierten tus manos en fuego, mañana... (Aquelarre)
Caos en el parque
Se entronizan
los pequeños hombres
de la violencia
Mil pasos perdidos,
en la noche sin tiempo,
dejan su huella
de hueso y fuego
en la memoria
Solo silencio
separa la tierra del espacio,
aquí, una explosión de venas
y todo el espanto
Se adormecen versos
sobre la hierba violada,
como cuerpos rotos, tiemblan,
recorren la cuerda/
la raíz fracturada
y yo fui, apenas,
una nota muerta
caída del piano/
un átomo que no cesa/
una luz que titila sin noche
y toda la pulsión
de la fiera encerrada
que no se entrega
Claudia en su blog en este enlace
Y también aquí
y en mispoetascontemporaneos haciendo click aquí
Otro poema : Canto
sábado, 3 de julio de 2010
No golpees
Fabiana Alonso
no golpees,
ahora he partido
dulce sombra, la noche es grande
áspera tinta del mal ajeno
sobre la carretera no había luna,
única guía una luz delante del autobús,
la luz que lo da todo y lo arrebata
me tomó la quietud del atardecer en una estación,
no golpees,
que esa nube suba, como sube el sueño y el llanto.
no te lamentes por mí,
podemos recordar frente al fuego,
los rostros de los perdidos que quisimos y que nos quisieron
ya somos arena de insomnio
y espanto,
ya somos el golpe de la piedra que caerá lejos
en el mismo sitio donde la había perdido.
pero no voy a buscarla,
la hierba es nueva. el miedo aparece en las sábanas
húmedas, junto con la primera estrella
huésped,
espina ínfima de la leña.
Anochecer en San Marcos, 2010
Para ver Almapiedra, el blog de Fabiana click aquí
Gallo 565
Más poemas de Fabiana en este enlace
domingo, 4 de abril de 2010
Caminante
Gabriela Piccini
De vez en barco
rescato algunas cosas
que por destino y tamaño
debían salvarse en un naufragio:
poemas que no existían,
las llagas de mis sandalias,
el hijo,
el camino,
la risa y la plegaria.
De barco en cuando
imagino que había que llegar hasta aqui
para saber quienes son mis lobos,
qué significa la lluvia.
Blog de Gabriela Gratasombra
MAGNOLIAS DE SANGRE (Junio 1982-Argentina)
Amalia Arellano
Arde el frío.
El hambre en las tripas, arde.
Arde en las nieves y en el costado izquierdo la herida del engaño.
Arde junio y las fogatas de San Juan:
Viva San Juan y San Pablo y las pelotas de diablo
Una maqueta humana sigue, hipnotizada, el juego macabro.
Pasará, pasará y el último quedará.
El arquero es el pato, margarita, fortunato.
El arbitro, castrilli o el papa.
Las piernas de kempes, la mano de dios.Ganar, no importa como.
Crueldad de juegos infantiles .Matar hormigas.
Romper el nido y quebrar los huevos.
Ensartar el color y el alma de una mariposa.
Pisotear el jardín y desgajar el huerto.
Tirar la cola al gato. Hacer la zancadilla. Ganar no importa como.
Temeridad montada en un palo de escoba...
Jugar al gato y al ratón. Pelear con los piratas con espadas de palo.
Derribar uno a uno soldaditos de plomo.
Matar al enemigo armado con las manos.
Ganar el partido con pelota de trapo.
El lobo feroz se disfraza de abuela. Chasman y Chirolita.
El niño dios, los REYES magos, los niños de París.
Cenicienta se transforma en PRINCESA.
Un mar, un cielo, carabelas, un marino, una bandera.
Las joyas de una REINA generosa.
Civilización o barbarie. Ganar, no importa como.
Fagocitar Consumir o no consumir. That is the question.
Todos iguales. En fila. Arriba abajo. Arribar arriba.
Pasará, pasará y el último quedará.
El juego de comprar… y vender… y vencer.
Mambrú se fue a la guerra no se cuando vendrá.
Yo soy la viudita del conde Laurel.
Supermarket. Entrenamiento para futuros clientes. Wiscola.
Ganar, tener la pelota dominada.
Mientras tanto palidecen las magnolias de sangre del sur.
1982
Leé un cuento de Amelia en este enlace Poemas de Amelia click aquí
viernes, 26 de febrero de 2010
Laberinto de ausencia
Gerardo Sofía
Tengo un aire ausente en el costado izquierdo
un sabor olvidado y remedo de tiempo
que está detenido a flor de pensamiento
y a veces recupero y enseguida pierdo.
Tengo un aire ausente, un viento de silencio
que me arranca de cuajo el sentimiento
me distancia la piel y es sufrimiento
apagando los días que sólo presencio.
Tengo un aire ausente en el costado izquierdo
una lluvia de sombras que presiento
extendiéndose feroz cual manto lerdo.
Pretendo desgarrarlo y solo me miento
trato de ignorarlo y solo me sentencio
busco salidas vanas y no escarmiento.
Blog de Gerardo, click aquí
jueves, 18 de febrero de 2010
Desinfecciones
Jorge Reboredo
He dejado muy pronto a los bujes domesticados de los alucinados
y quizá comience un episodio aquí muy cerca,
con las hojas de topacio en tu sonrisa eternizada
en el papel de calcar,
y un amigo de San Fernando y zarzamora,
que ha encontrado el cráneo infantil de mi tristeza.
Y el oro; cuerpo dúctil y amarillo, avaro fértil,
todavía se impone a nuestro estéril pan salado,
y nos hundimos como el pez púrpura,
oímos la siesta que pasa lamentable
y gritos de viejos en desolados hospitales
que se aquietan en sus camas frígidas
en momentos de calambres y puntadas culminantes.
No veo más que la ventana;
y siento a los que pasan a mi lado,
pero sé, que estuve allá,
entre las hojas de la cuarentena reprochada,
y en la boca de la mujer que tanto amé,
mientras llovía.
Y no me dejé morir; yo sé que tuve,
un día que sonreí haciéndolo muchas veces bien
cuando ellos simulaban el silencio; y comentaban,
yo crecía;
y lentamente fuí dejando
el paso canalla con aspavientos de libélula.
-Las desinfecciones finales se acercaron a mí-.
Al pasar entero me sorprendo
y sigo envejeciendo.
Mi boca, que lentamente habló,
desaparece oportuna y definitiva,
en el último latido sucesivo.
De "Recopilaciones", Ediciones Extramuros, Buenos Aires 1983
Foto superior tomada por Carlos Nava.
Sietecolores, el Pibe (de Marcelo Marcolín) en este enlace
Jorge Reboredo en Palabra de Lilith click aquí
He dejado muy pronto a los bujes domesticados de los alucinados
y quizá comience un episodio aquí muy cerca,
con las hojas de topacio en tu sonrisa eternizada
en el papel de calcar,
y un amigo de San Fernando y zarzamora,
que ha encontrado el cráneo infantil de mi tristeza.
Y el oro; cuerpo dúctil y amarillo, avaro fértil,
todavía se impone a nuestro estéril pan salado,
y nos hundimos como el pez púrpura,
oímos la siesta que pasa lamentable
y gritos de viejos en desolados hospitales
que se aquietan en sus camas frígidas
en momentos de calambres y puntadas culminantes.
No veo más que la ventana;
y siento a los que pasan a mi lado,
pero sé, que estuve allá,
entre las hojas de la cuarentena reprochada,
y en la boca de la mujer que tanto amé,
mientras llovía.
Y no me dejé morir; yo sé que tuve,
un día que sonreí haciéndolo muchas veces bien
cuando ellos simulaban el silencio; y comentaban,
yo crecía;
y lentamente fuí dejando
el paso canalla con aspavientos de libélula.
-Las desinfecciones finales se acercaron a mí-.
Al pasar entero me sorprendo
y sigo envejeciendo.
Mi boca, que lentamente habló,
desaparece oportuna y definitiva,
en el último latido sucesivo.
De "Recopilaciones", Ediciones Extramuros, Buenos Aires 1983
Foto superior tomada por Carlos Nava.
Sietecolores, el Pibe (de Marcelo Marcolín) en este enlace
Jorge Reboredo en Palabra de Lilith click aquí
Suscribirse a:
Entradas (Atom)